Sonaba Billy Joel.
De repente él se dio cuenta de lo bien que le quedaban esos mechones en los ojos, la cara de sueño, el cigarro recién encendido entre sus dedos, los calcetines desparejados, la mirada perdida desde el balcón.
Se lo diría. Aún no sabía cómo, pero no iba a dejar pasar la oportunidad de besarla cada mañana.
[Soñar contigo es gratis, pequeño]
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2 comentarios:
¡Qué pasote de entrada, titi!
Plas, plas, plas.
Besis gordis.
aqui tu comentario xDD te escribire mas de vez en cuando xDD
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