miércoles, 25 de febrero de 2009

Pienso, luego no estudio, porque me paso el día pensando.

Qué bien se me da pensar.
Estoy fumándome un cigarrillo rosa sentada en el sofá de mi salón, rezando por que mi madre no se despierte y se de cuenta de que vuelvo a llegar tarde al instituto.
Estoy pensando, porque otra cosa no sé, pero pensar...
Pienso en mi, en lo que queda de curso, en la fiesta de disfraces del viernes, en Víctor, en Javi, en Dani, en Jipy, en mi otra vez, en el balcón que vi en la glorieta de Bilbao y quiero que un día sea mío, en todo lo que tengo que hacer antes de Mayo, en la clase de poesía a la que tengo que ir esta tarde, en la chaqueta que llevo puesta, que me parece que tiene un agujerito.
Pienso en lo que llaman responsabilidad, en la fuerza de voluntad. Pienso que no estudio nada, y me lo planteo: Venga, Clara, tú puedes de sobra, estudia, termina este puto curso y luego haz lo que quieras.
¡Y no lo hago! Y me doy cuenta, y me caigo taaan mal de repente...
También pienso en la cantidad de cosas que quiero hacer antes de morir, pienso que debería de dejar de fumar, por aquello del asma que me dijeron hace poco que tengo, y es el causante de que me ahogue con subir media escalera.
Y pienso que con la cantidad de cosas que sé, de cine, de literatura, de música, de cultura basura, y no me sé nada de lo que me tengo que saber para aprobar el curso...
Pienso que debería largarme ya a clase, o si no, voy a llegar también tarde a la segunda clase.
Y pienso que debería estudiar esta tarde, y mañana por la tarde, y este fin de semana. Y pienso que realmente, no sé si lo haré, porque me conozco, y no lo hago nunca.


¿Alguien tiene una pastillita que te de milagrosamente ganas de estudiar?

Venga, igual hoy me organizo y termino todo lo que tengo sin terminar, y me estudio todo lo que me tengo que estudiar antes de tener diez mil exámenes seguidos y que sea demasiado tarde.

4 comentarios:

Isabel Huete dijo...

Ay, mi niña, cómo me recuerdas en tantas cosas a mí...! ¡Y cuántas veces me habré arrepentido después de haber estrujado a placer mi cocorota en vez de enchufar mis pilas! Si te sirve de algo, mentalízate que las personas valemos por lo que hacemos y no tanto por lo que pensamos. Te darás cuenta de que al hacer las cosas que debes hacer después te sentirás infinitamente más satisfecha de ti misma que si no las haces.
Un placer que luego duele no es tal.
En el fondo más que el miedo a que tu madre te descubra lo que te aterra es descubrirte tú misma y pasarte el resto del día llamándote idiota.
Pensar está muy bien para hacerte avanzar, no para paralizarte.
¡Esto es casi un sermón!
¡Ponte en marcha que tú sabes muy bien cual es el camino!
Un besazo.

Jean_Artico dijo...

pastillas no

mentalizarse

y aprobar

y luego

nos vamos a ver una de godard

te parece

Anónimo dijo...

Hola Clara!!!

Por fin he conseguido entrar en tu blog, perdona mi torpeza...

Bueno, q acabes los exámenes de una vez y te olvides de todo, y escribas, pienses, saltes, rías... y me invites a un cigarrito rosa de esos!!!

Besos, Al

Alf. dijo...

tranquila, todo pasa y todo queda