jueves, 25 de octubre de 2007

Barcelona

Estuve el fin de semana pasado en Barcelona.
¿Quién me dijo que es una ciudad sucia?
Es tan sucia como puede ser Madrid. Sucia por zonas. Porque la pelusa se acumula en las esquinas, o en su defecto, en las calles pequeñitas, donde, por ejemplo en Barcelona, no llega el aire del mar, que arrastre la mierda.
Me enamoré perdidamente de Barna.
Es una ciudad con humo, cuidad de fumadores, de pájaros verdes, loros en plazas, motos (muchas motos), bicicletas, ingleses, puestos de flores en avenidas grandes y mercados de fruta escondidos entre edificios impresionantes, unos pegados a otros, dándose calor, queríendose aun siendo de diferentes épocas.
Porque en Barcelona puedes encontrarte el edificio más moderno que te imagines, al lado de otro, lleno de balcones impresionantes del año de nadie sabe quién.
Además, de vez en cuando, doblas un esquina, y te encuentras uno, abandonado, que se siente un extraño, fruto de un loco que vivió adelantándose a su época. (A veces creo que sus padres se equivocaron, aunque si hubiera nacido ahora, quizá no le hubiéramos valorado tanto, teniendo en cuenta que hay más gente que va a Barcelona a ver el Camp Nou que la Casa Batlló)
Barcelona huele a Vitoria, y recuerda levemente a Logroño y a París (aunque nunca haya estado allí).
Algunas de sus calles han decidido nacionalizarse madrileñas, y otras, simplemente son catalanas.
Tiene una catedral sin terminar y un ejército de callejuelas pequeñitas, todas cuadriculadas, gobernadas por calles grandes, y una inconformista que las cruza a todas en diagonal.
Barcelona es bohemia, pero tiene un parque similiar a la Fábrica de Chocolate de Willy Wonka.
Barcelona me hizo el amor, y tuve un orgasmo tan tremendo que quise quedarme allí, pero no me dejaron.
Aún recuerdo su olor a naranjas, a mar, y a flores marchitas en el barrio gótico.

1 comentario:

Bruma dijo...

que bella descripcion.....
Yo estuve hace poco pero por un dia y no pude saborearla todavia.... Ahi me espera... :)